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  1. Esta profecía se cumplió a lo largo de los siglos, ya que muchos Reyes y el pueblo en general desobedecieron a Jehová, lo que resultó en castigos. Sin embargo, los israelitas fieles no perdieron la esperanza ni se desanimaron, ya que vieron cómo se cumplían las profecías de Moisés y como Jehová castigaba a los desobedientes. 8.

  2. Qué tranquilizador es saber que todos los siervos de Dios, en el cielo y en la Tierra, estarán a salvo durante ese tiempo. Igual que el apóstol Pablo, estamos convencidos de que “ni gobiernos, ni cosas presentes ni cosas futuras ” podrán “separarnos del amor de Dios” (Rom. 8:38, 39). No lo olvide nunca: Jehová lo ama y jamás lo ...

  3. Hubo un tiempo en el que pensábamos que quizá algunos de los ungidos sobrevivirían al Armagedón y estarían en el Paraíso durante un tiempo. Pero en La Atalaya del 15 de julio de 2013 aprendimos que todos los ungidos que queden en la Tierra serán llevados al cielo antes de que estalle el Armagedón (Mat. 24:31). 2.

  4. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré ( B ) .

  5. Jehová nunca nos dejará. LOS cristianos de Judea eran objeto de cruel oposición y además tenían que hacer frente a la mentalidad materialista de la gente que los rodeaba. A fin de animarlos, el apóstol Pablo les recordó en una carta las palabras que Jehová dirigió a los israelitas cuando estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida ...

  6. El Dios que da la paz levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por medio de la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para que hagan su voluntad; y que, por medio de Jesucristo, Dios haga en nosotros lo que le agrada. Que Jesucristo reciba la gloria por siempre. Amén.

  7. Jun 4, 2021 · Volverse a Dios en fe es una elección. Ya fuera a los ocho o a los ochenta, tuve que llegar a un punto en el que reconocí mis fracasos, me volví hacia Jesús, y le di el control total de mi vida. Sin esa decisión, nada más importaba. Cuando di un paso de fe, Dios llenó mi vida con Su presencia, para nunca irse, y nunca abandonarme.