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La Poesía del Sol. Cuando te parezca que el sol no brilla más, que la luna no emana aquel encanto que te emocionaba, que la mar no tiene más mareas, que el agua no posee más pureza, que la rosa se está marchitando…. Cuando te parezca que el mundo se hace añicos. en mil trozos sobre ti, pues, en ese instante,
Sol de Monterrey. , Alfonso Reyes. Acompañe la lectura del poema en audio. No cabe duda: de niño, 1. me perseguía el sol. 2. Andaba detrás de mí 3. como perrito faldero; 4. despeinado y dulce, 5. claro y amarillo: 6.
al Jesús agobiado se semeja. Dentro de esa mansión casi ninguna, duerme la seda a veces y despierta, refresca la tinaja, el buey se luna. Ahorcada está la tórtola en la puerta, esperando cantar, sudando fuente, sobre la boca, como un arco, abierta.
Las rimas para sol nos transportan a un mundo de luz, calor y vitalidad, donde la poesía se entrelaza con la naturaleza en una danza eterna. A través de estas rimas, celebramos la belleza y el poder del sol en nuestras vidas, y nos conectamos con su esencia radiante y eterna.
Sol de monterrey. de Alfonso Reyes. No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños. (El fuego de mayo me armó caballero: yo era el niño andante, y el sol, mi escudero.) Todo el cielo era de añil, toda la casa, de oro.
Sol. Más que un tema particularmente frecuentado, el sol en Alfonso Reyes es un tono que recorre gran parte de su obra literaria. Inclinación por la claridad, de la luz tanto como de la razón, que alumbra los objetos del mundo y los detalla, los describe y los celebra.
SOL DE AMOR. NO sé por qué vacila tu albedrío. Entre una sombra negra y mis amores; Hay un crespón que vela los albores. De tu pasión al entusiasmo mío, No marchite tu loco desvarío. Con torva duda, de ilusión las flores, Ni me ofrezcas un cáliz de dolores. Cuando en amarte mi ventura fío.