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"La casa de Bernarda Alba" es un arte escrito por Federico García Lorca en 1936 en Andalucía, España, la historia está dedicada a Bernarda, una viuda autoritaria, que impone un estricto duelo de ocho años con sus hijas. La obra abordar temas como la opresión de la mujer, las tradiciones y la lucha por la libertad personal.
A propósito de la muerte de Álvaro, uno de los integrantes del dueto, repasamos el legado y la vida de estos dos referentes de la música colombiana. Rodrigo Silva y Álvaro Villalba llegaron a ...
May 26, 2022 · El personaje principal de la obra es Bernarda Alba una mujer de 60 años que vive en la España de principios del siglo XX con sus cinco hijas, su madre y dos criadas. Bernarda acaba de enviudar por segunda vez y decide entrar en un luto riguroso que también impone a las demás mujeres de la casa.
Sí; para llenar mi casa con el sudor de sus refajos y el veneno de sus lenguas. AMELIA.- ¡Madre, no hable usted así! BERNARDA.- Es así como se tiene que hablar en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el miedo de que esté envenenada.
Jul 8, 2019 · Una obra que se engloba dentro del género del costumbrismo y que muestra un drama protagonizado por Bernarda Alba y sus hijas. En esta lección de unPROFESOR vamos a ofrecerte un completo análisis de La casa de Bernarda Alba que te ayudará a comprender mejor esta obra literaria.
Nov 1, 2019 · Argumento. Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que salgan a la calle. Cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano.
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¿Qué representa Adela en la casa de Bernarda Alba?
¿Quién es la madre de Bernarda Alba?
¿Cómo expresa Bernarda su deseo de que toda la problemática quede en el interior de la casa?
¿Cuál es el argumento de la casa de Bernarda Alba?
BERNARDA.-. Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en una enemiga. PRUDENCIA.-. Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos.
