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Mateo 20. Reina-Valera 1960. Los obreros de la viña. 20 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban ...
Mateo 20. 1 'En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 4 les dijo: 'Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.'. 5 Y ellos fueron.
Mateo 28:19,20. Mateo 28:19. El nombre unificador. I. Se pidió a un grupo de pescadores galileos que enseñaran o hicieran discípulos de todas las naciones. De una forma u otra estos galileos hicieron discípulos entre los judíos, los adoradores del YO SOY, el Jehová; entre los griegos, los adoradores de los héroes humanos y las formas de ...
Mateo 28. 1 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
Mateo 20:1. para el reino de los cielos es como un hombre que es un jefe de familia, que salió temprano en la mañana para contratar a trabajadores en su viñedo. Y cuando había estado de acuerdo con los trabajadores por un centavo al día, los envió a su viñedo. . Ese fue el salario habitual de la época, el pago diario de un soldado romano.
La evangelización juega un papel muy importante en el propósito y misión de la iglesia, desarrollándose en un compromiso intransferible de cumplir la Gran Comisión establecida por Jesucristo a sus discípulos. Es relevante resaltar las impactantes palabras pronunciadas por Jesús en Mateo 28:19-20: “Id, pues, y haced discípulos a todas ...
Mateo 28. 1 Y advancado el sábado, amaneciendo para el primero de los sábados, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra [del sepulcro], y estaba sentado sobre ella.